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viernes, 18 de abril de 2008

Noti-ProVida

Italianos dan último adiós a madre coraje que sacrificó su vida por salvar a su hijo

ROMA, 09 Abr. 08 / 04:01 pm (ACI).- El Obispo de Vittorio Veneto, Mons. Corrado Pizziolo, presidió hoy los funerales de Paola Bredda, una madre coraje de 38 años de edad, que rechazó someterse a un tratamiento contra el cáncer para salvar la vida del bebé que llevaba en el vientre.
Una gran cantidad de feligreses llegó a la Catedral de Pieve di Soligo, Treviso, para despedir a Paola, cuyo testimonio de amor maternal ha conmovido a la sociedad italiana. Su muerte –ocurrida ayer– fue noticia para el diario oficioso del Vaticano L’Osservatore Romano.
Paola Bredda murió en la casa de sus padres, donde decidió transcurrir sus últimos días junto a su esposo Loris Amodei, su hija Ilaria de tres años, y el pequeño Nicola, el niño por el que decidió no someterse a un tratamiento contra el cáncer de seno que padecía.
Paola estaba embarazada de seis meses cuando le diagnosticaron un tumor en el seno.
Ella –que había perdido a su primer bebé– decidió continuar con su embarazo y postergar el tratamiento, para evitar que su hijo muriera. Nicola nació a los ocho meses de gestación y ya tiene 17 meses de vida. Paola fue operada después de dar a luz pero hace unas semanas tuvo una recaída.
Un sacrificio por amor
En su homilía, Mons. Corrado Pizziolo señaló que "Paola dio prioridad a la vida de la criatura que llevaba en el vientre, en detrimento de la suya. Podemos decirlo sin medias tintas: ha sacrificado la propia vida a favor de la de su criatura. No hay amor más grande que éste: dar la vida por aquellos a quien uno quiere. Esto lo ha hecho Jesús, y el Evangelio que Él ha vivido por nosotros, es lo que vemos actuado en la vida de nuestra hermana. Una vivencia que demuestra cómo el Evangelio es posible de ser vivido concretamente".
"Estamos aquí también para agradecer al Señor. Nos parece paradojal y absurdo agradecer en un momento de dolor. Estamos aquí para agradecer no la muerte de Paola, sino su vida, que ha sido un don" que "para tantas personas, sus seres queridos, el marido, los hijos, ha dado la vida", indicó.
"Y lo será todavía. Nuestra esperanza es que la vida de nuestra hermana Paola no ha terminado. Será todavía un don. Unido al amor mismo de Jesús, continuará misteriosamente y realmente para dar fruto", agregó.
Según el Obispo, "necesitamos estos hechos porque nuestra fe corre el riesgo de estar hecha de palabras. Necesitamos hechos del Evangelio como éste para darle contenido, para concretar nuestra fe".

Fuente: ACIprensa.com

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Planificación Familiar.- Método Billings


El Método de la ovulación – Billings

1. ¿Qué es el método de la Ovulación - Billings?
Es un método de planificación familiar natural, basado en la detección de las características individuales del flujo mucoso cervical, terminado las fases fértiles e infértil del ciclo menstrual.

2. ¿Qué es el flujo mucoso cervical?
Es la secreción de consistencia mucosa (moco) que se produce en el cuello del útero o cirvix.
El cirvix en sus paredes, tiene una conformación llamada criptas cervicales que producen el moco cervical.

3. ¿Y cómo es el moco cervical?
El flujo mucoso cervical tiene las características que van cambiando, desde que aparece hasta que desaparece en una fase del ciclo menstrual.
Cambian por la influencia de diferentes hormonas. Al inicio, el flujo mucoso es pegajoso y denso, y pueden alcanzar un color ligeramente cremoso. Este tipo de moco "G", no es todavía fértil. Con el paso de los días se hace más claro, más elástico y fluido, y se siente húmedo y resbaladizo, de modo que la mujer siente una sensación inequívoca de lubricación en la apertura vaginal, detectando en la vulva, donde se torna visible. Tipo de moco "L" y "S".
NO ES NECESARIO examinar el flujo mucoso con los dedos. Se observa su presencia y su cambio cuando se limpia la apertura vaginal con el papel higiénico.

Después de haber tenido esas características que indican su máxima fertilidad: Moco "L" y "S", se verifica nuevamente un cambio: el flujo mucoso se transforma en opaco y pegajoso, desapareciendo todo su carácter húmedo y resbaladizo.


moco G moco L moco P moco S
flujo menstrual

4. ¿Si la pareja desea posponer un embarazo, qué debe hacer?
La pareja de esposos, debe practicar la abstinencia sexual durante los días de la presencia del moco cervical, desde que aparece, en los días de máxima fertilidad, más los tres días siguientes.

5. ¿Es un método confiable, seguro?
Efectivamente, pues es un método científico y moderno.La OMS (Organización Mundial de la Salud, de la ONU) le otorga el 98,5 % de efectividad.No perturba los ritmos naturales del organismo femenino, ni su anatomía. No existen objeciones religiosas o morales contra su uso; es utilizado incluso por persona no creyentes.
El Papa Juan Pablo II, expresa: "Quiero que todas las mujeres del mundo conozcan el Método Billings".

6. ¿Su uso depende de la regularidad de los ciclos menstruales?
No depende de la regularidad de los ciclos menstruales.Se aplica tanto a mujeres que tienen ciclos regulares, irregulares, ciclos cortos, largos, anovulatorios, y en la etapa de la premenopausia.
Puede usarse en forma efectiva en todas las situaciones que se presenten, durante toda la vida reproductiva de la mujer.

7. ¿Por qué se llama de la Ovulación Billings?

Se llama de la ovulación porque se basa en saber cuando esta ocurriendo la ovulación, es decir el día en que el óvulo ha salido del ovario y es conducido por la trompa de Falopio. Esto se sabe por la presencia del moco cervical fértil.
Se denomina método Billings en honor a los esposos, los doctores australianos John y Evelynn Billings, médicos que investigaron y "descubrieron" o sistematizaron el método.

8. ¿Se quiere tener mucha cultura, conocimiento científico, ser profesional de la salud para entender yaplicar el método?

No, el método de la Ovulación- Billings, tiene una metodología sencilla y practica de enseñanza- aprendizaje, y puede por lo tanto ser aprendida por toda persona, parejas de esposos, de toda condición social, económica o cultural.
Las personas analfabetas que han recibido su enseñanza lo emplean con efectividad.

9. ¿Qué significa el Día Cúspide?
Es el día en el ciclo menstrual, en que la ovulación (desprendimiento o liberación del óvulo en el ovario) ocurre en este día, o dentro de las 48 horas anteriores o siguientes.

10. ¿Cuándo es el día cúspide?
Es el último día en que el flujo mucoso es claro o manchado, y/o elástico, y/o se siente sensación de humedad y/o lubricación.

11. ¿Cómo se reconoce el día cúspide?
Se reconoce al día siguiente de su aparición, por el cambio a sequedad o a una secreción mucosa pegajosa sin elasticidad. EL DÍA CÚSPIDE separa el tiempo pre-ovulatorio del tiempo post-ovulatorio, del ciclo menstrual.

12. ¿Para posponer el embarazo, existen reglas en el método Billings?
Si existen reglas que deben aplicarse. Son cuatro.
Tres reglas de los primeros días o fase pre-ovulatoria. Y una regla del día cúspide.
1. Regla de la menstruación:
"Evitar las relaciones sexuales y todo contacto genital durante los días de sangrado menstrual". Porque el sangrado menstrual puede ocultar el flujo mucoso cervical, además de los motivos de higiene.

2. Regla de los primeros días secos:
"Si se desea posponer el embarazo, las relaciones sexuales para los primeros días secos, solamente deben tenerse en las noches, una noche sm, mas no, dos noches seguidas".
3. Regla del cambio en el patrón básico infértil:
"Si se desea posponer un embarazo, se deben evitar las relaciones sexuales y todo contacto genital, cuando hay un cambio en el Patrón Básico Infértil (PBI) mas 3 días, reanudando las relaciones en la cuarta noche".
El PBI puede ser de sequedad o mucosidad.
4. Regla del día cúspide:
"Si se desea posponer un embarazo y reconocido el día de la cúspide, abstenerse de las relaciones sexuales y de todo contacto genital, tres días mas, hasta la mañana del 4 día".
La pareja tendrá disponible para las relaciones sexuales desde la mañana del 4 día después de la cúspide, hasta que comience la próxima menstruación (entre 10 a 16 días después de la cúspide".

Bibliografía consultada:
1. Planificación Familiar: Una buena Opción.- Instituto para investigadores Internacionales de Planificación Familiar Natural.- Universidad de Georgetown.- USA.
2. Amor y Fertilidad.- Mercedes Arzz Wilson.- Family of the Americas Foundation.- USA. 1986.
3. Orientaciones para la Educación Sexual.- Texto Base.- Conf. Episcopal Peruana. Agosto 1996, Lima.
4. Enseñanza del Método Billings.- Documento Curso de Instructores, preparado por los esposos Martín y Fila Lavado.- COFAMAC.- La Esperanza, Parroquia Madre de Cristo. Trujillo.
5. Hoja de presentación del Método Billings.- CEPROFARENA. Lima.(Síntesis elaborada por el Prof. Miguel Asensio Cantera.- Comis. Arquidiocesana de Familia.- Arzobispado de Trujillo


Cortesia de: http://www.aciprensa.com/


Para mayor información acerca del método Billings, acceda a: http://www.woomb.org/bom/index_es.html

martes, 14 de agosto de 2007

Postura abortista
Obispo anticipa boicot de católicos contra Amnistía Internacional (clic aqui para ver mas...)
05:01 am
LONDRES, 14 Ago. 07 (ACI) .- El Obispo de East Anglia, Mons. Michael Evans, un antiguo miembro de Amnistía Internacional (AI), advirtió que la organización tiene esta semana la última oportunidad de revertir su anunciada postura oficial abortista, porque de lo contrario podría enfrentar un boicot por parte de los católicos.

domingo, 12 de agosto de 2007

Los Católicos ante el Aborto



Los católicos ante el aborto



¿Qué entiende la Iglesia por aborto?
La Iglesia Católica entiende por aborto la muerte provocada del feto, realizada por cualquier método y en cualquier momento del embarazo desde el instante mismo de la concepción. Así ha sido declarado el 23 de mayo de 1 988 por la Comisión para la Interpretación Auténtica del Código de Derecho Canónico.
La cuestión del aborto provocado, ¿es sólo un problema científico, político o social?
Ciertamente, no. Esta cuestión es, desde luego, un problema científico, político y social grave. Pero también es, y en gran medida, un serio problema moral para cualquiera, sea o no creyente.
¿Tenemos los católicos obligaciones adicionales acerca de la cuestión del aborto, respecto de los no católicos o no creyentes?
Todo hombre y toda mujer, si no quieren negar la realidad de las cosas y defienden la vida y la dignidad humanas, han de procurar por todos los medios lícitos a su alcance que las leyes no permitan la muerte violenta de seres inocentes e indefensos. Pero los cristianos, entre los que nos contamos los católicos, sabemos que la dignidad de la persona humana tiene su más profundo fundamento en el hecho de ser hijos de Dios y hermanos de Jesucristo, que quiso ser hombre por amor a todos y cada uno de nosotros.
Por eso los católicos, si vivimos nuestra fe, valoramos en toda su dimensión el drama terrible del aborto como un atentado contra esta dignidad sagrada. Más que de obligaciones adicionales, pues, habría que hablar de una más profunda y plena comprensión del valor de la persona humana, gracias a nuestra fe, como fundamento para nuestra actitud en favor de la vida, ya que sabemos que el olvido de Dios lleva con más facilidad al olvido de la dignidad humana.
Como católica, ¿en qué incurre una persona que realiza o consiente que le realicen un aborto?
Quien consiente y deliberadamente practica un aborto, acepta que se lo practiquen o presta una colaboración indispensable a su realización, incurre en una culpa moral y en una pena canónica, es decir, comete un pecado y un delito.
¿En qué consiste la culpa moral?
La culpa moral es un pecado grave contra el valor sagrado de la vida humana. El quinto Mandamiento ordena no matar. Es un pecado excepcionalmente grave, porque la víctima es inocente e indefensa y su muerte es causada precisamente por quienes tienen una especial obligación de velar por su vida.
Además, hay que tener en cuenta que al niño abortado se le priva del Sacramento del Bautismo.
¿Qué es una pena canónica?
La pena canónica es una sanción que la Iglesia impone a algunas conductas particularmente relevantes, y que está establecida en el Código de Derecho Canónico, vigente para todos los católicos.
¿En qué pena canónica incurre quien procura un aborto?
El que procura un aborto, si sabe que la Iglesia lo castiga de este modo riguroso, queda excomulgado. El Canon 1398 dice: "Quien procura un aborto, si éste se produce, incurre en excomunión Latae sententiae"
Por otra parte, el Canon 1041 establece que el que procura un aborto, si éste se consuma, así como los que hayan cooperado positivamente, incurre en irregularidad, que es el impedimento perpetuo para recibir órdenes sagradas.
¿Qué quiere decir incurrir en excomunión?
Significa que un católico queda privado de recibir los Sacramentos mientras no le sea levantada la pena: no se puede confesar válidamente, no puede acercarse a comulgar, no se puede casar por la Iglesia, etc. El excomulgado queda también privado de desempeñar cargos en la organización de la Iglesia.
¿Qué quiere decir que una excomunión es Latae sententiae?
Con esta expresión se quiere decir que el que incurre en ella queda excomulgado automáticamente, sin necesidad de que ninguna autoridad de la Iglesia lo declare para su caso concreto de manera expresa.
¿Significa algo especial la frase "si éste -el aborto- se produce"?
Sí. Quiere decir que, para que se produzca la pena de excomunión, el aborto debe consumarse, es decir, el hijo ha de morir como consecuencia del aborto. Si, por cualquier circunstancia, el aborto no llega a consumarse, no se producirá la excomunión, aunque se dará el pecado.
En el caso del aborto, ¿quiénes incurren en la pena de excomunión?
Si se dan las condiciones que configuran la pena de excomunión, en este caso quedan excomulgados, además de la mujer que aborta voluntariamente, todos los que han prestado colaboración indispensable a que se cometa el aborto: quienes lo practican, quienes los ayudan de modo que sin esa ayuda no se hubiera producido el aborto, etc.
¿Qué razón de ser tiene que el aborto está condenado por una pena canónica tan grave como es la excomunión?
La razón de ser de esta norma es proteger -también de esta manera, no sólo con la catequesis y la recta formación de la conciencia- la vida del hijo desde el instante mismo de la concepción, porque la Iglesia se da cuenta de que la frágil vida de los hijos en el seno materno depende decisivamente de la actitud de los más cercanos, que son, además, quienes tienen más directa y especial obligación de protegerla: padres, médico, etc. Luego, cuando el niño nazca, estará ya además protegido de alguna manera por la sociedad misma.
La Iglesia ha entendido siempre que el aborto provocado es uno de los peores crímenes desde el punto de vista moral. El Concilio Vaticano II dice a este respecto: "Dios, Señor de la vida, ha confiado a los hombres la insigne misión de proteger la vida, que se ha de llevar a cabo de un modo digno del hombre. Por ello, la vida ya concebida ha de ser salvaguardada con extremados cuidados; el aborto y el infanticidio son crímenes abominables" (Const. "Gaudium et Spes").
Pero ya que en los últimos años cada vez hay más Estados que permiten el aborto, ¿no habría sido un gesto de benevolencia de la Iglesia el haber mitigado las penas para los católicos que aborten?
La Iglesia pudo haber cambiado, en la última y profunda revisión del Código de Derecho Canónico culminada en 1983, la pena de excomunión que pesa sobre los que procuran conscientemente un aborto, pero no lo hizo así precisamente porque en las últimas décadas se ha producido en todo el mundo una acusada relajación de la sensibilidad de las gentes (y también de muchos creyentes) hacia este crimen. Y si bien esta mayor laxitud social, que ejerce una presión cierta sobre las conciencias, puede disminuir la gravedad del delito en algunos casos, una atenuación de la pena habría suscitado, inevitablemente, la errónea idea de que la Iglesia considera hoy el aborto provocado como menos grave que antes, cuando, evidentemente, no es así.
La Iglesia es Madre y Maestra; como Madre, es lenta para la ira y fácil para el perdón, pero como Maestra no puede desvirtuar el depósito de la doctrina legado por Dios, y no puede decir que está bien lo que está mal, ni puede dar pie a que nadie suponga que actúa de esta manera.
¿Puede suceder que alguna persona consienta o colabore en un aborto y no incurra en excomunión?
Sí. Dado que en Derecho Canónico no existe delito si no hay pecado grave, hay circunstancias en las que no se incurre en esta pena, que requiere plena imputabilidad. Por ejemplo, no quedan excomulgados los que procuran un aborto si ignoran que se castiga con la excomunión; los que no tengan conciencia de que abortar voluntariamente es pecado mortal; los que han intervenido en un aborto forzados con violencia irresistible contra su voluntad o por miedo grave; los menores de edad...; en general, los que han obrado sin plena advertencia y pleno consentimiento.
En el caso de que un médico (o un anestesista o una enfermera), por no estar dispuesto a realizar este tipo de intervenciones, fuese despedido y padecieran necesidad él y su familia, ¿podría colaborar?
Nunca se puede colaborar de modo positivo en la comisión de un acto que va contra la ley de Dios, que hay que obedecer antes que a la ley de los hombres. El católico que se halla en esta situación tiene la obligación grave de ampararse en el derecho a la objeción de conciencia, aunque esta actitud pueda acarrearle represalias.
El profesional sanitario cristiano ha de tener presente, además, que si es conocida su condición de creyente puede provocar un grave escándalo si colabora a la práctica de abortos.
Si los familiares de ese profesional son también cristianos, tienen la responsabilidad humana y moral de ayudarle a sobrellevar las dificultades, apoyarle en sus decisiones y hacer causa común con él en esos momentos de tribulación. Y esta responsabilidad alcanza también a sus amigos y colegas, si son cristianos y quieren vivir auténticamente su fe, así como a los miembros de la comunidad católica en que el profesional sanitario se desenvuelva.
¿Y qué ha de hacer el resto de las personas que trabajan en un hospital donde se practican habitualmente abortos?
Esas personas han de poner todos los medios lícitos a su alcance para que se dejen de practicar abortos. En cualquier caso, han de negar su colaboración directa a esas acciones.
¿No es la doctrina católica sobre el aborto una dura doctrina, que muy pocos podrán seguir?
Casi con estas mismas palabras replicaron los contemporáneos de Jesús cuando oyeren su predicación. Y el mismo Jesús nos dijo que hay que seguir el sendero estrecho para llegar al Reino de los Cielos. Seguir a Cristo en Su Iglesia no es fácil, pero con la Gracia de Dios se allana el camino y se superan las dificultades, por grandes que parezcan. También nos dijo Jesús que fuéramos a Él con confianza, y Él nos aliviaría de nuestras angustias.
La doctrina católica sobre el aborto no proviene de la voluntad de la autoridad eclesiástica, sino que está fundamentada en lo más profundo de la naturaleza de las cosas queridas por Dios, que se expresa en la Ley que Él nos ha dado a conocer, y que la Iglesia tiene la misión de transmitir. Pero la Iglesia cumple también con su deber siendo el ámbito en que los cristianos pueden fortalecer mejor su fe y ser ayudados y estimulados a vivir más intensamente su vida cristiana.
¿Cómo puede levantarse una excomunión, tras haber colaborado en un aborto consumado?
Si un católico se encuentra en esta situación, debe acudir al obispo o al sacerdote en quien éste delegue. En la práctica, puede dirigirse a cualquier sacerdote, que le indicará lo que debe hacer.
¿Tienen los católicos, además de la obligación grave de no colaborar en ningún aborto provocado, otras obligaciones en esta materia?
Todos los católicos estamos llamados a una vida plena, es decir, a la santidad, y a contribuir activamente a la extensión del Reino de Dios en la tierra llevando el Evangelio hasta el último rincón del mundo. Si todo miembro responsable de una sociedad que se proclama civilizada tiene el deber de defender la vida y la dignidad humanas, por muchas más razones los católicos hemos de asumir esta tarea.
¿Cómo se puede hacer esto, en el caso del aborto?
El lograr que en una sociedad se respete el derecho a la vida es responsabilidad de todos en su actividad cotidiana, pues todos, con el ejemplo de su conducta, sus palabras, sus escritos, sus opiniones, su voto, la educación de sus hijos, etc., influyen en lo que se piensa, en cómo se vive Y en lo que se legisla.
Ciertamente, un papel importante corresponde a políticos, educadores y responsables de medios de Comunicación social, por la repercusión que sus palabras o sus acciones tienen en la colectividad; pero ellos, al tiempo que influyen sobre la sociedad, son influidos a su vez también por ella.
¿Qué puede hacer para influir en esta materia un cristiano corriente, un ciudadano normal que ni sale en la televisión, ni habla desde una cátedra o una tribuna pública?
Lo primero que cada uno puede y debe hacer para afirmar la vida es vivir con la conciencia de su dignidad. Sólo afirmaremos la vida de otros si nosotros percibimos la nuestra en toda su grandeza y si nuestra conducta es coherente con nuestra convicción. El ejemplo de Jesús, tomando en serio a cada una de las personas que se encontraba, debe servirnos para que todos los que se crucen en nuestra vida se sientan valorados y tenidos en cuenta como seres únicos. Una afirmación así de la vida personal en nuestras experiencias cotidianas hará posible que surja, naturalmente, la estima por todos y cada uno de los seres humanos, también los concebidos y no nacidos. Pero junto a esta actitud general, caben muchas maneras concretas de trabajar específicamente en favor de la vida:
Rogando al Señor por los legisladores y los dirigentes sociales en general, para que sepan comprender que los hijos concebidos y no nacidos son los más inocentes y los más indefensos miembros de, nuestra sociedad, y que, como ha dicho repetidamente el Papa Juan Pablo li, nunca se puede legitimar la muerte de un inocente.
No despreciando el valor moral del dolor y del sacrificio, cuyo rechazo lleva a justificar cualquier intento de acabar con lo que se cree que son sus causas, incluidos los ancianos o enfermos inútiles, los deficientes que son una carga o los nuevos hijos que pueden complicar la vida o disminuir el bienestar de la familia.
Acogiendo y ayudando, también económicamente, a quienes, por razón de su maternidad, se encuentran en situaciones difíciles.
Recibiendo con alegría, por duro que pueda ser, al nuevo hijo enfermo o deficiente que llegue a la familia, como una bendición de Dios. Es ejemplar el testimonio de numerosísimos padres cristianos en este sentido.
Reaccionando positivamente ante escritos públicos o programas audiovisuales que defiendan la vida humana, y críticamente ante los que la ataquen.
Orientando el voto hacia las alternativas que merezcan más confianza por sus actitudes ante la vida en general, y ante la cuestión del aborto provocado en particular.
Informando a quienes nos rodean, con caridad, pero con firmeza y claridad, de la realidad del hijo no nacido y de la importancia de defender su derecho a vivir.
Los médicos, en especial los ginecólogos, y otros profesionales sanitarios, empleando los medios técnicos que permiten que una madre vea en una ecografía, con sus propios ojos, al hijo en sus entrañas, moviéndose, nadando, chupándose el dedo. Se ha dicho que si el vientre de las madres fuera transparente, muchos verían la cuestión del aborto provocado de otra manera.
Son sólo algunos ejemplos que puedan dar idea del enorme campo que un cristiano tiene ante sí en relación con este gravísimo problema.
¿Es razonable pensar que un día la vida y la dignidad humanas se respetarán desde la concepción hasta la muerte?
No es posible contestar rotundamente a esta cuestión, pero hacia este objetivo deben encaminarse los esfuerzos de todos los que aspiran a un mundo justo. Las agresiones a la vida humana, especialmente de los inocentes, han tenido siempre en la historia consecuencias dramáticas. Los cristianos sabemos que cuando las personas y las colectividades han reconocido a Jesucristo, este reconocimiento ha supuesto una afirmación de la vida sin parangón con cualquier otra cultura. Por eso debemos empeñarnos en la extensión de la presencia de Cristo en la sociedad, porque de este modo los hombres reconocerán su propia grandeza y podrán vivir con una nueva conciencia propia dignidad. Con el auxilio de Jesús y de su madre, que lo concibió en su seno, y con el ejemplo nuestra propia vida, será posible trabajar mejor en defensa de este ideal.
Fuente: "EL ABORTO" 100 CUESTIONES Y RESPUESTAS SOBRE LA DEFENSA DE LA VIDA HUMANA Y LA ACTITUD DE LOS CATÓLICOSConferencia Episcopal EspañolaComité para la Defensa de la VidaMadrid, 25 de marzo de 1991

Lic. Alicia Latorre Presidenta de ProVida España de visita en Venezuela









La Presidenta de las Asociaciones Pro-Vida de España estuvo compartiendo con nosotros dura una semana y media, en donde dicto una serie de ponencias en donde resaltaba el valor de la vida desde su concepción hasta su término natural, entre otros temas de interés relacionado con la cultura de la vida.

Por otro lado, la Lic. Latorre estuvo compartiendo con representantes de otras instituciones tales como: El Consejo Municipal de los Derecho del Niño y Adolescente del Municipio Valencia, con el Departamento de Cultura de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Instituciones Educativas Privadas y Públicas.