VATICANO, 10 Ene. 08 / 10:33 am (ACI).- Durante el tradicional encuentro sostenido cada año con las autoridades políticas de la ciudad de Roma y de la región italiana del Lazio, el Papa Benedicto XVI reiteró la necesidad de promover y defender a la familia como la unión entre un hombre y una mujer.
Luego de expresar los "profundos vínculos" afectivos e históricos que unen a la Ciudad de Roma y la Región del Lazio con el pontificado, el Santo Padre agradeció el apoyo que las autoridades políticas de la región prestan a las numerosas iniciativas –incluso parroquiales y de movimientos católicos– dirigidas a promover la formación de los niños y jóvenes y fortalecer a las familias.
"Parece en efecto cada vez más difícil proponer de manera convincente a las nuevas generaciones certezas y criterios sólidos sobre los cuales construir la propia vida", dijo el Papa; y agregó que "esto lo saben bien los padres y los profesores, que también por ello se ven frecuentemente tentados a abdicar de sus propios deberes educativos".
Luego de expresar los "profundos vínculos" afectivos e históricos que unen a la Ciudad de Roma y la Región del Lazio con el pontificado, el Santo Padre agradeció el apoyo que las autoridades políticas de la región prestan a las numerosas iniciativas –incluso parroquiales y de movimientos católicos– dirigidas a promover la formación de los niños y jóvenes y fortalecer a las familias.
"Parece en efecto cada vez más difícil proponer de manera convincente a las nuevas generaciones certezas y criterios sólidos sobre los cuales construir la propia vida", dijo el Papa; y agregó que "esto lo saben bien los padres y los profesores, que también por ello se ven frecuentemente tentados a abdicar de sus propios deberes educativos".
"Ellos mismos –prosiguió–, por otro lado, en el actual contexto social y cultural impregnado de relativismo e incluso de nihilismo, difícilmente logran encontrar puntos seguros de referencia, que los puedan sostener y guiar tanto en la misión de educadores como en toda su conducta de vida".
Benedicto XVI señaló luego que "el respeto y el apoyo a la familia fundada en el matrimonio tienen una importancia prioritaria. Desgraciadamente, vemos a diario qué insistentes y amenazadores son los ataques y las incomprensiones a esta fundamental realidad humana y social. Por eso, es más necesario que nunca que las administraciones públicas no apoyen estas tendencias negativas, sino al contrario, que ofrezcan a las familias un apoyo convencido y concreto, con la seguridad de trabajar así por el bien común".El Papa concluyó comentando otro ámbito de atención tanto para la Iglesia como para las administraciones públicas: los enfermos. Además de las "graves dificultades" existentes en el ámbito de la sanidad en la región del Lazio, "constatamos que la situación de las estructuras sanitarias católicas es a menudo dramática. Por eso, pido que no sean perjudicadas en la distribución de los recursos, pero no por un interés de la Iglesia, sino para no comprometer un servicio indispensable a nuestras poblaciones", concluyó.